Suena irónico que la persona que apenas recuerdas del colegio llegue tan lejos. Es decir, suena irónico que la mayoría de estrellas de cine, escritores, pintores o en definitiva artistas, que llegan lejos hayan pasado desapercibidos a lo largo de su vida.
Suena muy irónico, que la mayoría de artistas escondan detrás un alma frustrada e incomprendida; eso es, incomprendida. Muchos artistas han sufrido acoso escolar, inadaptabilidad social, inconformismo, rebeldía...
El arte es el canal que muestra al mundo nuestros sentimientos de la manera más hermosa que somos capaces de transmitir. El arte es emoción, es aquello que busca una reacción en el público, el arte es eso que cala hondo en nosotros casi sin darnos cuenta.
Y como decía, suena irónico que tenga que definir a los artistas como inadaptados.
Me considero artista en proceso, pero como el arte es algo que se manifiesta desde la infancia, y que se va desarrollando en ti de manera inevitable, podéis llamarme inadaptada.
Sufrimos las críticas de la sociedad, somos apartados de las manadas de hormonas con patas simplemente por ser diferentes. Al principio llegas a pensar que eso está mal, con el tiempo te das cuenta de que lo que está mal, es seguir a la manada. Te das cuenta de que te apartan por ser diferente sí, pero que ser diferente es algo bueno, es algo grandioso diría yo. Te hace especial y único por hacer aquello que más amas, ¿y eso, acaso es malo? Ahora, miro atrás y realmente me arrepiento de cada lágrima que derramé por sentirme diferente, de cada vez que oculté mis gustos o aficiones por miedo al rechazo, me arrepiento de cada vez que busqué aprobación en miradas ajenas. Poco a poco, vas aprendiendo, y casi sin darte cuenta, te sale solo, te forjas tu personalidad, porque acabas mostrándote tal y como realmente eres, tal y como realmente te sientes, y te das cuenta de que la única aprobación que necesitas, es la tuya. Que la verdadera puerta hacia tu propia salvación es aceptarte a ti mismo, y que acabas gustando a la gente, por ser como eres, aunque eso te de igual. Acabas por diferenciar los amigos de los colegas, y tus lágrimas son por motivos diferentes.
La vida de un artista es mucho más difícil, sobre todo si pretendes vivir de tu arte.
Después de la infancia, y hasta incluso de la adolescencia, cuando empiezas a aceptarte y a aceptar lo que amas, buscas mostrarlo al mundo, y aparecen los sueños: tus sueños.
Esperas estudiar aquello que más te gusta, implantado por un sistema "educativo" que odia el arte, y una vez más te sientes parte de una lacra social que ese mismo sistema ha implantado, pero de manera diferente: aparece el inconformismo y la rebeldía. Te resignas a estudiar dentro de aquellas limitaciones sistemáticas y educativas aquello que amas, y esperas terminarlo, salir ahí fuera y comerte el mundo, y poco a poco, el mundo te va comiendo a ti.
Poco a poco ves cómo aquellos sueños y aspiraciones que te habías ido forjando se destruyen cada vez más en cada casting, cada prueba, cada " te llamaremos".
Ser artista no es un trabajo de carrera, ni un máster, ser artista es algo que crece día a día, ser artista es trabajar día a día por aquello que amas, y no rendirte nunca, nunca. Ser artista es ser constante, insistente y soñador, ser artista es creer en ti, creer en lo que haces, y creer que si quieres, puedes conseguirlo.
Ser artista, es lo mejor que me ha podido pasar en la vida, y lo mejor que puedo ofrecer al mundo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario