¿Por qué reprimirme en altas horas de la noche?
Hoy me siento igual que siempre, y al mismo tiempo diferente. Sí, supongo que siempre fui diferente, y siempre luché por cambiarlo, por cambiar. Pero ahora más que nunca me siento diferente, un bicho raro de este mundo. Diferente a los demás con sus rutinas, sus metas, sus quehaceres, su cotidianidad. No os hacéis a la idea de lo difícil que es ver cómo todos avanzan mientras tú estás parada en seco. Tenerlo todo planeado y organizado mentalmente, aquello por lo que llevas luchando desde que eras una niña, eso que siempre tuviste claro, y me enorgullece decirlo: he dudado de todo, de todos, he dudado de mí, pero jamás dudé sobre mis sueños, y sin embargo ahora los veo tan lejanos...
Lo veo difícil, más aún, y no sé si soy yo la que se complica o es que realmente es así.
No sé si el destino me ha hecho verme en esta situación para valorar algo, para abrir los ojos, o para hacerme más fuerte. Pero por favor, necesito urgentemente una señal. Algo que me dé pistas, ilusión o respuestas. Creo que eso es lo que me falta, por qués. Por qués de todo.
Estoy vacía. Atrapada en un reloj de arena que cae demasiado despacio. Todos los días me propongo algo nuevo, y al despertar me veo sin fuerzas para lograrlo. ¿Para qué? me digo a mí misma, si al final no consigues nada, si al final algo o alguien te la juega.
Joder, mi vida está patas arriba, y eso que no estoy segura de que alguna vez estuviera ordenada, pero ahora está completamente del revés. Este cruce de caminos me está matando, y ahora más que nunca me siento una espectadora de mi propia historia, o de la de los demás.
Supongo que siempre hubo orden dentro de mi caos, y ahora que me veo a solas con él, se hace todo más duro. Verme a solas conmigo misma cada día y a cada minuto me hace odiarme el doble.
Mi yo del espejo se burla de mí diciendo que estoy podrida por dentro, y mis ojeras lo secundan.
Tengo mis emociones a pie de página, mi cabeza en relatos antiguos, pero la que sigue aquí soy yo, y es algo que tengo que entender.
Que necesito ese motor que me active la memoria y me devuelva las ganas de pintarme los labios de rojo. Escribir o morir digo, porque a medida que voy escribiendo la fiera que habita dentro de mí se va amansando, y ojo, no es lo mismo que reprimirla. Sólo hay que saber cómo dominarla y cuándo sacarla. Tenemos algo que nadie más tiene, y que no todo el mundo entiende, que nos hace tan distintos como especiales, maravillosos, genios dentro de la materia. En el film "En busca de la felicidad" Will Smith le dice a su hijo : "No dejes que nadie te diga que no puedes hacer algo sólo porque él no puede hacerlo". A veces la vida pesa, si aprendes a callar las voces que te dicen que no puedes, empezarás a escuchar las que te dicen que lo lograrás. Y yo, verso a verso voy llegando a mi cima. No te debo una explicación, sólo dejo pistas, y si tienes ese algo de lo que tanto hablo, ese algo que no todos tienen y no todos captan, no te hará falta preguntar para saber de qué hablo. Cuál es mi sueño, y cuál es mi secreto. Pero por si acaso se me olvida, volveré a leer este texto. Seguramente llore al principio, porque sí, lo he hecho, como tantas muchas veces, pero, seguramente, al terminar de leerlo, acabe sonriendo. ¿ No es ese el verdadero sentido de la vida?
No hay comentarios:
Publicar un comentario