miércoles, 12 de noviembre de 2014

Amor a ratos.

Hoy me pregunto si es posible echar de menos algo que nunca he tenido.
Quizá sería mejor decir que lo anhelo. Sí, quiero eso. Quiero emociones de verdad, sentimientos nuevos. Me hace falta sorprenderme, una casualidad mágica, una fantasía real. Necesito sentir que la magia existe y que está en las personas. Que aún quedan románticos, poetas frustrados, almas perdidas y corazones rotos, pero no dolidos. Necesito comprobar que el amor no es un mito ni un cuento de niños, que existen rincones de Madrid esperando a ser descubiertos, y que de repente ocurra, de forma inesperada, un imprevisto casual, un capricho del destino.
Me encanta que me pasen cosas, y sé que eso es muy subjetivo, que abarca un campo extenso, pero en general me encanta que me pasen cosas (buenas).
A veces sólo me doy cuenta yo y quedan como secretos interiores que me hacen sonreír por dentro, otras veces los comparto si se tercia.
No sé, la gente siempre trata de explicar con palabras qué se siente al estar enamorado, algunos dicen que el amor es algo que se va construyendo, otros dicen que cuando lo estás lo sabes, pero yo, sinceramente no tengo ni idea. No me atrevería a decir que he estado enamorada porque no he sentido nunca algo tan intenso y profundo, tan incondicional. Yo siempre pongo pegas. Me las pongo a mí misma, a la situación, o simplemente no me aclaro. Yo puedo decir que he estado enamorada a ratos, eso sí. A veces ocurre que estas con una persona y en ese momento sientes que por nada del mundo querrías estar en otra parte, que pararías el tiempo en ese instante porque, justo ese momento es perfecto. Seguro que sabéis de lo que hablo. El amor a ratos es genial, aunque a veces no tanto. Yo siempre he acabado haciendo daño a la gente que quería, y por supuesto, hay muchas maneras de querer. Ya se sabe, lo del amor a ratos no todo el mundo lo entiende, y yo entiendo que no lo entiendan. Pero en general, no puedo decir que haya estado enamorada, día y noche, con pros y contras, eso no. He sentido, soy muy pasional, siento todo demasiado, dramatizo las situaciones, lo llevo todo al extremo, pero creo que mis teorías de los "a ratos" son geniales. Soy feliz a ratos, soy desdichada a ratos, amo a ratos, odio a ratos. Supongo que pienso que hay un sentimiento para cada momento y que no por ello deja de ser cierto. No dejéis de tomarme en serio por esto, o sí, la verdad, no sé qué deciros, la vida no está para tomarsela en serio, si no, menudo drama.
Puedo hablaros de los besos, hay muchos tipos de besos : piquitos, besos pasionales, besos de tornillo, besos fugaces, besos de despedida, besos de reencuentro, besos de despecho, besos de desesperación, besos sin amor, besos con amor... Desde mi experiencia, los besos con amor, ganan.
¿No créeis? Es una sensación tan increíble, mariposas, abejas, gusanos, llamadlo x, es una sensación alucinante.
También puedo hablaros de sexo, hay gran variedad: sexo "manual", sexo oral, sexo anal, sexo tántrico,sexo fugaz, sexo pasional, sexo sin amor, sexo con amor...
He tenido amor sin sexo, y sexo sin amor, y qué triste sería no probarlo todo junto, ¿verdad?
Puede que algunas cosas estén bien a secas. pero a veces echamos en falta ese algo que nos haga salir de la rutina, que nos haga sentir especiales, ilusionados. A mí me encanta ilusionarme. Si algo nuevo aparece en mi vida me ilusiono de tal manera que cuando deja de ser novedad, la ilusión la pierdo también y como consecuente me pierdo yo misma. No hay nada mejor que la ilusión del principiante.
Y vosotros, ¿qué buscáis? ¿qué queréis encontrar?

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