miércoles, 3 de diciembre de 2014

Diciembre Dulce

Tengo la certeza de que existe ese algo único e inexplicable, ese vínculo infinito con la vida que te lleva a lo más alto en cuestión de segundos. He aprendido a engañar aún sabiendo que soy engañada, a jugar al mismo juego, y a jugar mejor. He aprendido que la vida no te da lo que mereces, pero te pone pruebas para saber si lo mereces.  He aprendido que hay cosas que se nos presentan de forma inesperada y que sin ser el ombligo de nuestro día a día nos hacen felices y plenos. He aprendido a no rendirme. Diciembre dulce, bienvenido. Tengo muchas esperanzas puestas en ti, no me falles. No dejes que esta vez me de la ostia. Diciembre dulce de cumpleaños, de marcas en la piel de por vida, pero sobre todo diciembre de escenarios.  Posiblemente si me pregunten en qué lugar soy más feliz no sabría contestar de improvisto, pero ahora os puedo decir que soy feliz sobre un escenario. Desafiando al público con la mirada,  casi sin distinguir sus caras,  aun sabiendo que sus ojos están puestos sobre mí. Los nervios previos a salir a escena, los imprevistos que surgen en los camerinos, las lágrimas derramadas y el esfuerzo en los ensayos, reflejados en unos minutos de bendita gloria. Y los aplausos... Definitivamente bienvenido Diciembre y todas tus sorpresas.

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