Se supone que nuestras acciones determinan quienes somos, pero a veces hay mucho más detrás. No era consciente de lo mucho que me importaba lo que pensaran de mí hasta que todo el mundo empezó a hablar de mi mala reputación. Y me di cuenta de lo sola que estaba, de las pocas personas de verdad que tenía a mi lado, aquellos que me conocen en mis mejores y en mis peores días.
Es triste conocer a una persona en todas sus pieles y sin embargo no tener ni idea de lo que realmente le quita el sueño. Es lo que me pasa contigo. Te tengo tan dentro de mí....y sin embargo no te conozco. Recapacito y me hago consciente de la distancia imaginaria que separa nuestras vidas. Y es triste porque hubo un tiempo en el que creí incluso que ambas almas llegaron a rozarse. Y qué equivocada estaba. Qué equivocados estamos al creer ciegamente en la idea de que vendrá alguien a salvarnos, sólo nosotros podemos hacerlo.
Tengo la particular manía de intentar descifrar a las personas, y estoy aprendiendo a aprender a desistir en mi empeño.
Porque simplemente hay personas que no están hechas para ser a nuestro lado.
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