lunes, 15 de febrero de 2016

Qué caos tan bonito.

Quizá sea esa nube de humo negro que te envuelve precisamente lo que me atrae de ti.
 Las ganas de descubrir los secretos detrás de tus párpados, desnudarte de miedos y vestirte con promesas.
Quizá sea esa atracción hacia lo prohibido lo que me hace perderme en tu melena. Nos atrae lo podrido, lo imperfecto, lo políticamente incorrecto. Y esque eres una señorita muy políticamente incorrecta, pero hasta el caos te queda bien. Me pierdo en tus defectos y me vuelvo una quinceañera con tu número apuntado en el brazo, como si fuese a salir huyendo en cualquier momento y necesitara aferrarme a la idea de llamarte desde una cabina perdida en una carretera de una ciudad del mundo. Pero ahora no me hago a la idea de vivir sin nuestro particular juego masoquista.
Luchar por alguien significa quedarse. Quedarse en su vida.






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