-Prueba suerte la próxima vez-

A mí no me hables de amor, empiezo a dudar que exista. Y aún así prefiero creer que es algo tan sublime y mágico que empieza a ser inalcanzable. Pero el amor que me venden hoy en día... eso no es amor, son sólo cuerpos que se buscan en la noche bajo el cielo de una habitación prohibida. Dos cuerpos que se aman un rato y después... después se olvidan. Eso es el amor hoy en día.
Un arrebato de felicidad totalmente esporádico y momentáneo seguramente llevado a cabo por un impulso causado por el alcohol. Necesitamos dos copas de más para atrevernos, en general, a vivir desmelenados. Qué bonito y qué feo a la vez.
Yo me he enamorado estando borracha, lo que no te cuentan es que después de la borrachera llega la resaca.

Madrid en verano.

Después de ti. 

Después llegué a casa preguntándome cuánto tardarías en salir huyendo. Si te asustó mi mirada o te asusté yo. Si quizá eres valiente y te atreves a quedarte esperando un bus, y otro. 

Llegué recordando tu olor y el calor de tus brazos. Tu risa de fondo.

No paro de preguntarme si soy suficiente para ti o para alguien, porque cuando salgo segura, pisando fuerte y con el pintalabios a punto llego y veo cómo me miras y me intimidas, me haces temblar. Quizá sea que no entiendo de términos medios y mis emociones avanzan a la velocidad de la luz. Quizá tan sólo seas tú, quizá tan sólo sea yo, como dice la canción.

Y si entramos en suposiciones supongamos que soy un desastre, un caos, un tornado, que no estoy hecha para cobardes. 

Capaz o incapaz?